lunes, 29 de agosto de 2011

Explicando a los niños sobre la violencia



En México estamos pasando por una situación muy complicada, la violencia escala en cada momento, y va desde asaltos, balaceras, secuestros, decapitados hasta matanzas a gran escala. Hasta hace algunos meses estos eran lejanos y ahora están pasando a la vuelta de la esquina, por lo mismo los niños no solo están expuestos a escuchar lo que sucede, se están volviendo protagonistas de estos atentados.

Si uno pudiera, lo ideal sería no hablar delante de los niños de lo que está sucediendo, y por supuesto no ver las noticias ni mencionar sobre muertos, incendios, decapitados y demás.  Pero sabemos que a cierta edad los niños hablan, se platican entre ellos y saben de estas cosas, así que es muy difícil librarlos de esta información. Lo que si podemos hacer es minimizar el impacto, la cantidad de datos que les llega y sobre todo no exponerlos a imágenes que no es necesario que vean.  Otro de los factores importantes es no hablar delante de los niños sobre los problemas que afectan a nuestro país, si te escuchan hablar angustiado, es probable que ellos se sientan aún más preocupados.

 Empieza por poner atención a las preguntas que tengan, investiga que les dijeron o saben, ve de donde viene esa información y sobre todo que es lo que les preocupa. Explícalo de acuerdo a su lenguaje, a lo que puedan entender, de nada sirve darles mucha información que solo les cause más angustia, recuerda siempre utilizar la verdad y no trates de mentirles para estar tú tranquilo.

 Los niños requieren de un espacio para hablar de las cosas que sienten y de lo que saben, dáselos y ten en cuenta que debe estar lleno de respeto ya aceptación, se vale que diga lo que quiera y lo que siente. Hay que validar sus sentimientos y emociones, nunca minimizarlos, pero si explicarlos y darles salida a ellos. Si tus hijos empiezan a tener miedos por lo que oyen o por lo que ven, al tu estar cerca de ellos, serás el primero en saber que pasa, apóyalos, y hazlos sentir seguros. Explica que es lo que se esta haciendo en casa o dentro de la familia para que  estén seguros e invítalos a que exploren otras opciones para sentirse mejor.



 Evalúa la situación que estas viviendo en casa, si piensas que tu hijo requiere más ayuda de la que tu puedes darle, se vale visitar a un Psicólogo, Psiquiatra o un especialista en niños quien sabrá como ayudarte a ti y a tus niños.








viernes, 26 de agosto de 2011

10 tips para hacer las mañanas más fáciles


 
Todos los padres y niños se quejan de que las mañanas son un verdadero fastidio. Desde que se levantan hasta que se tiene uno que salir de la casa, resulta ser una verdadera odisea llena de gritos, enojos y sobre todo carreras interminables. Este artículo propone simplemente 10 ideas para agilizar las mañanas.





1.     Dormir a los niños temprano. Si uno se acuesta tarde, inminentemente al día siguiente le cuesta más trabajo levantarse. Si no se pueden dormir, que se queden en su cama; pero danzar por toda la casa cuando deberían estar dormidos o al menos intentarlo, es la forma más fácil de evadir la hora de dormir y no descansar.





2.     Preparar el lunch desde una noche antes. Si lo dejamos listo, nada más para guardar las cosas que se quedan en el refrigerador, les aseguro que no se llevan más de 30 segundos en hacerlo.





3.     La misma sugerencia va para la mochila y el uniforme/ropa: déjenla preparada la noche anterior. Así sólo hay que vestirse y listo.





4.     Revisar que la tarea y que todo lo que se tiene que llevar a la escuela esté listo también desde la noche anterior. Ir a conseguir una cartulina en la mañana, o terminar la tarea,  a la carrera son una pésima idea.





5.     Decidir qué se van a desayunar desde el día anterior, o tener una lista con los desayunos de cada día de esa semana. De esta forma uno evita las discusiones y pleitos en las mañanas.





6.     El desayuno debe ser algo que el niño si coma. Intentar que a  las 625 de la mañana el niño coma huevo con machaca por primera vez, es realmente la ruta más fácil para crear un verdadero desastre.





7.     Establecer una rutina en la mañana. Como mamás debemos planear más o menos cómo queremos que funcionen las cosas de antemano. Analizar en qué nos tardamos más, cuál de nuestros hijos es el más lento o se tarda más en arreglarse, para levantarlo antes. Tener en claro  qué orden salimos de la casa y dar prioridad a esto.





8.     Explorar alimentos nuevos los fines de semana, ver qué si les gusta, qué no e introducir cosas nuevas en su vida en momentos en que uno no tiene prisa o esta estresado. Intentar esto cuando tenemos poco tiempo disponible, solo causa estrés  y por supuesto mucha tensión.





9.     Dar a los niños responsabilidades que ellos puedan manejar en la mañana. Si sabemos que les cuesta trabajo algo, hay que ayudarles, sobre todo esos primeros minutos en que se acaban de despertar. Por ejemplo, le puede uno ayudar a ponerse lo calcetines, y él puede colaborar a poner la mesa ya que este más despierto.





10. La clave, como siempre, es platicar con nuestros hijos, crear esta rutina junto con ellos y explicarles por qué se hacen las cosas así. Ellos entienden mucho mejor cuando uno los hace partícipes de las cosas en lugar de sólo imponerles qué hacer. Puede uno explorar con ellos opciones de cómo hacer las mañanas más rápidas, quizá a uno se le ocurra poner la mochila junto a la puerta de salida de la casa, quizá otro quiera ayudar a armar las loncheras en las mañanas.





Finalmente la idea de los 10 tips matutinos es una invitación a una convivencia más armonizada durante las mañanas. No olviden siempre que los niños están llenos de posibilidades que nosotros no conocemos y que es al final del día una invitación a explorar formas más prácticas y sencillas de hacer nuestra vida en familia.

martes, 23 de agosto de 2011

Emociones y sentimientos de los primeros días de clase


Estos últimos días han sido de gran ansiedad entre todas las gentes con las platico, las conversaciones se centran en el regreso a clases. Sin importar el nivel académico, si es uno el maestro, el estudiante o los padres, todos vivimos esta etapa llena de expectativas que hay que llenar.
Si nos ponemos a analizar cada uno de los ingredientes que conforman el inicio de clases, entendemos el por qué de nuestro sufrimiento. Como padres de familia debemos llegar de las vacaciones y de toda la desestructura que implica en casa, a volver a los horarios y las reglas más estrictas,  esto sin mencionar los gastos económicos que tenemos. Por parte de los profesores pues es la ansiedad de preparar el curso completo, tener una buena relación con los alumnos, el demás personal docente y sobre todo los padres de familia. Por último la parte más importante recae en los niños, estos chiquitos para quienes el inicio de clases implica muchas cosas, el regresar a la rutina, el cambiar de escuela, maestros y compañeros. Los niños me han platicado que les cuesta mucho trabajo la regresada aún cuando tienen ya un grupo de amigos establecidos, por que en la fantasía al no haber una rutina diaria con sus compañeros, algo sucedió y se rompió este lazo, tienen miedo que esta relación no haya podido superar la separación del verano.
Aquí es importante reafirmarle a los niños que sus amigos siempre seguirán ahí, y si no sucede esto, siempre existe la opción de tener amigos nuevos o ver a sus amigos durante el recreo. Cuando un niño es cambiado de escuela y entra a una donde los salones ya están establecidos y los niños ya tienen una dinámica bien establecida, es importante no presionarlo a que realice amistades de la noche a la mañana, darle su tiempo y espacio, pero estar al pendiente por si necesita apoyo de cualquier tipo.
Muchas veces creemos que el que el pequeño no se adapte a su nuevo maestro es por que el profesor no esta haciendo lo correcto o por que la escuela no es la indicada. Como todos los seres humanos venimos llenos de prejuicios y es muy difícil entender como se dan las cosas. Es importante en los primero días del años escolar dejar que nuestros hijos interactúen libremente con sus maestros y compañeros, si desde un principio pensamos que las cosas están mal, es seguro que lo van a llegar a estar. Como en todo lo que siempre menciono, hay que darles tiempo y espacio, si a nosotros como padres no nos parece la maestra, pues lo más saludable sería cambiarlo de salón, pero en la mayoría de las escuelas esto no es posible, y solo es posible si tenemos  una causa real y justificada, pero de no ser así, lo mejor es no hablar de nuestro sentir delante de los niños, de otra forma los influenciaríamos  por nuestra visión, y no le daríamos la oportunidad de relacionarse con su maestra y son ellos quienes convivirán todo el año
El grupo es la parte más importante para los niños, aunque no se lleven muy bien con la maestra, para ellos es importante tener a sus amigos con quien convivir todos los días. Conforme van creciendo, la importancia de los amigos incrementa, por lo mismo la ansiedad de regresar y de poder volver a ser parte de su grupo de amigos los afecta los primeros días de forma importante, si los niños no se sienten seguros, es importante platicar y recabar la información necesaria para ver que tan problemático es el asunto o solo es la ansiedad. ¿A qué tienes miedo? Y ¿ que pasaría si esto se da?, ¿por qué es importante? Y sobre todo la pregunta que a mi me gusta más es ¿tú que puedes hacer para que esto no suceda, o sea mejor para ti?
En los niños más pequeños vemos la llamada ansiedad de separación, y esta es básicamente el miedo a estar lejos de mamá. Los niños de alguna forma tienen miedo a no estar cerca de lo que se les hace familiar, sin importar cuanto lo practiques, es un proceso doblemente difícil. Para las madres es quizá la primera vez que dejan a su hijo en manos de alguien extraño y lejos del hogar, por lo que genera mucha ansiedad. Siempre es importante que los padres se sientan y analicen el por qué lo van a dejar, normalmente son ellos quienes escogen la escuela de sus niños, y nunca he escuchado decir a los padres que los metieron a una escuela por que no había otra opción. Hoy en día los padres visitan tantas escuelas que es importante recuerden la selección que hicieron y el por qué de la misma. La clave  es lo que tu como padre le transmitas a tu hijo seguridad  a la hora de llevarlo a la escuela, si lo dejas tu con angustia y miedo, él va a responder de la misma manera, pero si tu te sientes seguro y logras hacerlo sentir de esta manera, verás que el ingreso es mucho más tranquilo. Es importante seguir los lineamientos de las escuelas, al final de día ellos los tienen debido a su experiencia, si no lo entiendes, acércate al personal y pregunta el por qué funciona así. Aunque suena muy fácil, es de las experiencias más complicadas por las cuales pasamos los padres, dejar ir a nuestros hijos a la escuela por primera vez es de las situaciones más difíciles, pero siempre hay que ver cual es el beneficio de estas decisiones.  Y por supuesto nunca debemos olvidar la personalidad de los niños, hay niños más apegados que otros, así que si tu hijo es alguien a quien le cuesta trabajo separarse de ti, no lo hagas muy largo, esto simplemente agravará la ansiedad en tu niño.

Creo que los claves para poder ayudar a nuestros hijos es entender los siguientes puntos:

1.     Estar al pendiente de lo que necesita,  ¿cómo te fue en la escuela?
2.     Revisar sus estado emocional ¿con quien jugaste hoy?
3.     Ver como se siente dentro del salón de clases ¿en que trabajaste hoy?
4.     Checar que visión tiene él sobre su maestra ¿qué tal tu Miss?
5.     Examinar cómo se siente en la escuela ¿qué es lo que más te gusto y lo que menos?

Los niños tiendes a contestar con monosílabos, pero si tu los escuchas y ves que dicen, te darás cuenta que te comparten su experiencia de una manera menos convencional. Escúchalos, por que en lo que dice un niño esta la clave de cómo esta. Por supuesto como padres siempre sabemos cuando algo no esta bien, si sientes que a pesar de todos sus esfuerzos y los tuyos la angustia sigue presente, es importante buscar ayuda en la escuela.

lunes, 15 de agosto de 2011

Plan de inicio a la rutina escolar


El inicio del año escolar, trae muchas cambios en la vida de los niños y de sus padres. No solo está la emoción de comprar mochila, lonchera y demás, sino que es el inicio de una etapa nueva, y con ello el volver o empezar una rutina.
Muchos padres preguntan ¿cómo le hago para regresar a la rutina, o para empezarla? La respuesta puede ser muy sencilla: paso a paso.
Sin embargo, aunque la respuesta sea sencilla el proceso no lo es. Muchos padres piensan que si al siguiente día se empiezan clases la solución más sencilla es acostarlos  a su hora escolar y punto. En mi opinión habría un inicio más erróneo que ese. 

Este es mi plan de inicio a la rutina escolar:

1.      Reestructurar la rutina del sueño
Debido a el dormir es lo que dicta el resto de nuestro día, es importante que sea lo primero que vuelva a su lugar. Una semana antes, por lo menos, se intentará ponerlos a dormir más o menos una hora antes de su hora habitual de sueño, moviendo el horario cada tercer día 15 minutos más temprano, para que lleguen a la hora adecuada. Es importante seguir la rutina para dormir y no intentar que de la noche a la mañana se duerman a las 8 pm cuando en vacaciones lo han hecho a horas diferentes, y esto no solo sería contraproducente, sino que el niño una noche antes tiene mucha ansiedad y además experimenta diferentes emociones a la par, por lo cuál le será aún más complicada la noche.
Es importante que los padres se tomen esta semana anterior a las clases para tratar de regresar a su horario de forma constante, sin modificarlo. Es un sacrificio que vale la pena, ya que será mucho más fácil que regresen a sus horarios más rápidamente, por lo que es importante intentar no cambiarlo el fin de semana.
Una opción que puede resultar muy práctica para los padres, es intentar despertarse 10-15 minutos más temprano cada tercer día, esto hará que estén menos cansados el primer día de clases y puedan estar más alertas a las necesidades de los niños.

2.     Planear el regreso a clases juntos
Para los niños es importante formar parte del proceso de regresar a clases, involucrarse con las decisiones, como comprar los útiles, escoger lunchera, mochila,  marcar sus cosas y forrar sus libros (si son muy pequeños el que ayuden a pasar el material es más que suficiente) y sobre todo, que lo vayan experimentando paso a paso. Si para nosotros como padres trae sentimientos encontrados, recuerden que para los niños representa el fin de un período de libertad y de esparcimiento. El vivir este proceso les va ayudando a hacerse a la idea de lo que viene y sabrán que esperar. Hacerlo con demasiado tiempo de anticipación no le funciona a los pequeños ya que no tienen noción de tiempo todavía y más de una semana es una eternidad para ellos.

3.     Abrir un espacio para platicar el tema
Los niños normalmente no hablan de temas que les preocupan o que implican algo diferente en sus vidas, lo que suelen hacer es actuarlo. Recomiendo mucho observar a sus hijos y ver como están, si dicen que no quieren entrar a la escuela o que no les gusta, si evaden el tema, si de plano no obedecen o se comportan de forma muy diferente, estos son señaladores de que algo no esta bien. Es importante sentarse a platicar tranquilamente y como padres tratar de entender que no lo hacen por berrinche o por llevarnos la contraría, literalmente es miedo al cambio y es la manera en que ellos lo comunican.
Una forma para empezar un tema de conversación con mis hijos es leer un libro al respecto de lo que les molesta. En este caso podría ser sobre ir a la escuela, empezar la escuela o regresar a la escuela después de las vacaciones. Si en la familia no se acostumbra leer, una película o hacer un dibujo son formas también muy buenas para empezar a hablar del tema. Hay que tomar en cuenta que es lo que nos están diciendo los niños, cuales son sus inquietudes. Si ellos se resisten a hablar, pero su conducta sí nos indica que algo no esta bien, jugar con ellos y reafirmarles que cuenta con nosotros son formas muy adecuadas para que se sientan seguros en el cambio.

4.     Para los niños que cambian de escuela o empiezan la escuela
Es importante como padres entender que el cambio que se viene es parte de su proceso de desarrollo, si nosotros lo vivimos con angustia es muy probable que ellos también. Tenemos que transmitirles seguridad y sobretodo mostrarles que este cambio es bueno y que les va a gustar mucho.
Como padres esperamos que de la noche a la mañana los niños se sientan adaptados al cambio, que no les cueste trabajo y que lleguen con muchos amigos nuevos. Sabemos por un lado que viene por nuestra propia historia, es necesidad de que las cosas se den sin problemas y no queremos que “sufran”. Sería mentir decir que no van a sufrir en la vida, pero los cambios como estos, solo hacen que ellos aprendan a adaptarse, a separarse de los padres y a sentirse como una persona independiente.
Una opción es hacer una visita una semana antes de que inicien las clases, para que el niño explore el edificio y las instalaciones a sus anchas, si ya sabe quienes van a ser sus profesores, que platique con ellos de forma más casual, y de no saber quienes van a ser, puede platicar con cualquier otra persona dentro del personal del colegio.

5.     Para los niños que cambian de año escolar
Existen cambios que mucha gente no le pone la atención que requiere, como el caso de pasar a otro año escolar, una nueva maestra o  compañeros diferentes, creemos que por que van a ir a la misma escuela, con el mismo uniforme todo va a ser igual, sin embargo estos pequeños cambios a veces pueden traer consecuencias en los niños que ni cuenta nos damos.  Aquí es importante hablarlo, que el niño recuerde como eran las cosas en su rutina anterior, y explicarle cuáles son los cambios, que ellos opinen al igual que el adulto, y que exprese que es lo que siente (al igual si no puede hacerlo de forma verbal, utilizar otros medios menos directos). Utilizar aquí lo que podría ser un poco de fantasía dirigida donde el niño visualice como va a ser su primer día de clases y esto le va a dar mucha seguridad y tranquilidad al saber que esperar y más o menos como va ir su día.

Lo más importante es ser constantes con las rutinas, y no intentar todo de la noche a la mañana, estas se van construyendo, y por lo mismo al intentar ponerlas de golpe lo único que logramos es que nuestros niños se sientan invadidos y controlados y les llegue a generar en muchos casos angustia. Si por el otro lado lo hacemos de forma gradual, para el momento en que ellos se den cuenta ya estarán muy metidos y encaminados. Como dije en un principio, es fácil, pero la clave es hacerlo juntos, de forma abierta y platicando de cómo las cosas volverán a su rutina.

La noche anterior al inicio de clases a pesar de todo lo que uno se pueda preparar, puede llegar a ser caótica, por lo que recomiendo paciencia, acompañar a nuestros hijos, y sobretodo estar muy receptivos a cualquier cosas que se nos comunique. Y como siempre el ingrediente esencial es el amor de los padres.


lunes, 8 de agosto de 2011

Limites con amor

 En repetidas ocasiones he escuchado a los padres decirme que entienden muy bien la teoría, pero ¿cómo le pueden hacer para llevarlo a la práctica?


Empezaré con los puntos clave para establecer límites con amor en casa:

En todo proyecto de educación, el primer paso es establecer bases sólidas al estrechar la relación con sus hijos, es muy importante crear un ambiente de confianza y honestidad.

       Los niños aprenden mejor cuando sienten que sus padres los aceptan, aman y respetan.
       La aplicación de buenas técnicas de disciplina es una habilidad. Y como sucede con cualquier otra habilidad, es mas fácil aprenderla cuando sabemos de que se trata.


¿Cómo establecer límites?

  1. El niño debe saber exactamente lo que se acepta y lo que no se acepta.
Es más fácil decirle, guarda tus coches en la caja roja por favor, que guarda tus cosas.  Siempre explicar en el lenguaje de acuerdo a su edad.

  1. Sugerir opciones aceptables y dependiendo de su edad alentarlo a buscar diferentes alternativas
Un ejemplo es ¿quieres cenar quesadillas o sándwich?, ya que al hacer preguntas amplias como  ¿que quieres cenar? los ponemos en un predicamento. Si esa opción no le gusta, siempre se puede continuar con un ¿entonces, a ti que te gustaría?

  1. Un límite debe afirmar algo de una manera global, debe ser concreto. Evita divagar.
Como sería decirle en esta casa no pegamos, si estas enojado mejor dícelo. Papás tienden a dar explicaciones muy largas, recuerden que entre más concretos sus hijos entenderán mejor, esperen a que ellos hagan la preguntas antes de seguir con información a la cual ya no atenderán.

  1. Reforzar una regla
Si existe una regla, siempre tiene que seguirse, sino los niños nunca la van a respetar. Es muy importante no saltársela y más aún cuando a penas se esta imponiendo.

  1. Impersonal 
Las reglas no son personalizadas, si Juan no puede pegar, tampoco María. Al hacer reglas para la familia, estas no llevan nombre ni apellido.



¿Cómo utilizar adecuadamente los límites?

  • Pocas reglas para que se puedan cumplir
  • Debe ser claros
  • Explicarle al niño el por que  de la decisión
  • Deben ser realistas tomando en cuenta edad, madurez, temperamento, etc.
  • Hay que respetarlo,  no se puede romper sin atenerse a las consecuencias.


TIME OUT
Uno de los métodos correctivos que más recomiendo es el Time Out o tiempo fuera ya que indica de manera efectiva a los niños que han hecho algo de forma incorrecta. 
  • Detiene el mal comportamiento.
  • Pone alto a una reacción incorrecta.
  •  Provee el tiempo adecuado para poder enfriar las cosas 
  •  Permite recobrar el autocontrol.

Básicamente la idea es indicarle al niño que es momento de Time Out debido a “x” razón. Se recomienda retirarlo por completo de la actividad y del lugar en donde se encuentra. Si es posible ponerlo en otra habitación y evitar utilizarlo como una forma de ridiculizar a los niños, así que no ponerlo delante de la gente donde todos lo puedan ver. De no tener una habitación contigua, se debe hacer discretamente en un lugar apartado de donde se genero la problemática.

¿Es el time out un tipo de castigo?

El Time out no es un castigo, tampoco es una cárcel, ni tampoco es una consecuencia que los niños pueden elegir cuando lo quieran.

  • Realmente es tiempo fuera del reforzamiento.
  •  Es una oportunidad para enseñar una lección.
  • Generalmente es breve (de cinco a veinticinco minutos).
  • Se utiliza a partir de los 3 años de edad.
  • vLa regla general es un minuto por año de edad. Se puede duplicar cuando la falta lo amerite.

¿Cuáles son los lineamientos del Time Out?

  • Explicar el time out al niño antes de utilizarlo por primera vez.
  • Seleccionar un área adecuada para el tiempo fuera.
  • Utilizar un cronómetro con alarma.

¿Para quién funciona el Lineamientos del Time Out?

  • v Para niños que están poniendo a prueba los límites, establecer el time out como una opción muy viable.
  • Una vez que a transcurrido el tiempo de time out se debe empezar de cero (borrón y cuenta nueva).
  • Utilizarlo cuantas veces sea necesario

¿Cuando debo utilizar el Time Out?

  •  El niño esta probando los límites.
  • Cuando el comportamiento es:
*  Grosero.
Antagonista o hiriente.
Agresivo o violento.
Berrinches


lunes, 1 de agosto de 2011

Los límites en nuestros hijos


Cuando se habla de ser padres, de la labor que tenemos al tener un hijo, nos damos cuenta que el famoso dicho que los niños no vienen con manual es muy cierta.



Todos nos dicen que hacer, cómo hacerle y que se espera de nosotros. Si nos ponemos a escuchar cada una de las ideas que están a nuestro alrededor, nunca sabríamos que hacer.



Cuando se trata de la educación de nuestros hijos siempre queremos encontrar la receta mágica pero esta tiene que ser el punto medio que se encuentra en la siguiente frase la cual para mi engloba la base de la educación de nuestros hijos:



       Si doy de más sobreprotejo, si doy de menos, abandono. Cuando logramos el equilibrio, nuestro hijo se siente respaldado, pero tiene la satisfacción de saber que puede lograr lo que se propone.



Sin embargo, surge la siguiente pregunta ¿y cómo lo logro?, ¿qué debo de hacer? Desafortunadamente, no existe una receta mágica que nos dice cómo hacerlo, que hacer o que no hacer. Es importante recordar que todos los seres humanos somos diferentes, y al ser diferentes, tenemos diferentes necesidades, lo mismo sucede con nuestros hijos. Pero lo que si es un hecho, es que todos los niños necesitan límites, los cuales son reglas que les indican que hacer y que no hacer, que se espera de ellos y cómo lo pueden llegar a logara.



Muchas madres me han dicho que no saben cómo hacerlo y que sienten que no tienen la personalidad para poner límites y sobre todo, no saben cómo hacerlo. Tenemos la creencia que el mundo en si es muy duro como para complicárselo a nuestros hijos con límites y con reglas. Pero debemos de tener en cuenta que la mayoría de los niños desean comportarse bien, pero necesitan que les enseñemos como hacerlo. Hay que tener en cuenta que  las conductas se aprenden y muchas veces se aprenden conductas inadecuadas por accidente o por que mediante ellas se están alcanzando ciertos objetivos que no se alcanzaron con conductas positivas.



He escuchado mucho que los padres no quieren repetir los mismos errores de los padres, ni tampoco quieren traumar a sus hijos. Pero, por otro lado tampoco quieren dejar que sus hijos sean los que mandan en casa, por lo que no tienen idea que hacer. Por lo tanto lo que necesitamos hacer es encontrar un justo medio donde no seamos ni autoritarios ni permisivos. Teniendo siempre en cuenta que  la autoridad es un derecho de los padres y su ejercicio es un deber para los hijos.



¿Pero qué son los límites?

Son guías que se le dan a los niños que les ayudan a saber que se espera de ellos y como se deben comportar. Estos lineamientos le permiten que funcionen sin incertidumbre ni culpabilidad. Les permite no sentirse “perdidos” o “descontrolados”.


Existen diferentes tipos de límites:



1.     Muy restrictivos:  Muy poca libertad para explorar y experimentar

Resultado:

  • Inhibe el aprendizaje y la responsabilidad
  •   Inspira hacia la rebelión


2.     Inconsistentes: Libertad Inconsistente

Resultado:

  • Inhibe la responsabilidad y el aprendizaje 
  •          Inspira hacia el probar y la rebelión


3.     Equilibrados:  Libertad basada en responsabilidad

Resultado:

  • Promueve el aprendizaje y la responsabilidad
  • Inspira la cooperación


Cómo establecer límites

  1. El niño debe saber exactamente lo que se acepta y lo que no se acepta.
  2. Sugerir opciones aceptables y dependiendo de su edad alentarlo a buscar diferentes alternativas
  3. Un límite debe afirmar algo de una manera global, debe ser concreto. Evita divagar
  4. Reforzar una regla
  5. Impersonal 





¿Cómo utilizar adecuadamente los límites?

  • Pocas reglas para que se puedan cumplir
  • El límite debe ser claro
  • Hay que explicarle al niño el por que  de tu decisión
  • Hay que fijar límites realistas tomando en cuenta edad, madurez, temperamento, etc.
  • Hay que respetarlo,  no se puede romper sin atenerse a las consecuencias.



Finalmente los límites deben de ser puestos por los padres, bajo parámetros que sean reales y que vayan de acorde a la educación que se da en casa.  Deben de ser realistas y nunca debe de ponerse un límite que de antemano saben que nunca van a cumplir.