lunes, 15 de agosto de 2011

Plan de inicio a la rutina escolar


El inicio del año escolar, trae muchas cambios en la vida de los niños y de sus padres. No solo está la emoción de comprar mochila, lonchera y demás, sino que es el inicio de una etapa nueva, y con ello el volver o empezar una rutina.
Muchos padres preguntan ¿cómo le hago para regresar a la rutina, o para empezarla? La respuesta puede ser muy sencilla: paso a paso.
Sin embargo, aunque la respuesta sea sencilla el proceso no lo es. Muchos padres piensan que si al siguiente día se empiezan clases la solución más sencilla es acostarlos  a su hora escolar y punto. En mi opinión habría un inicio más erróneo que ese. 

Este es mi plan de inicio a la rutina escolar:

1.      Reestructurar la rutina del sueño
Debido a el dormir es lo que dicta el resto de nuestro día, es importante que sea lo primero que vuelva a su lugar. Una semana antes, por lo menos, se intentará ponerlos a dormir más o menos una hora antes de su hora habitual de sueño, moviendo el horario cada tercer día 15 minutos más temprano, para que lleguen a la hora adecuada. Es importante seguir la rutina para dormir y no intentar que de la noche a la mañana se duerman a las 8 pm cuando en vacaciones lo han hecho a horas diferentes, y esto no solo sería contraproducente, sino que el niño una noche antes tiene mucha ansiedad y además experimenta diferentes emociones a la par, por lo cuál le será aún más complicada la noche.
Es importante que los padres se tomen esta semana anterior a las clases para tratar de regresar a su horario de forma constante, sin modificarlo. Es un sacrificio que vale la pena, ya que será mucho más fácil que regresen a sus horarios más rápidamente, por lo que es importante intentar no cambiarlo el fin de semana.
Una opción que puede resultar muy práctica para los padres, es intentar despertarse 10-15 minutos más temprano cada tercer día, esto hará que estén menos cansados el primer día de clases y puedan estar más alertas a las necesidades de los niños.

2.     Planear el regreso a clases juntos
Para los niños es importante formar parte del proceso de regresar a clases, involucrarse con las decisiones, como comprar los útiles, escoger lunchera, mochila,  marcar sus cosas y forrar sus libros (si son muy pequeños el que ayuden a pasar el material es más que suficiente) y sobre todo, que lo vayan experimentando paso a paso. Si para nosotros como padres trae sentimientos encontrados, recuerden que para los niños representa el fin de un período de libertad y de esparcimiento. El vivir este proceso les va ayudando a hacerse a la idea de lo que viene y sabrán que esperar. Hacerlo con demasiado tiempo de anticipación no le funciona a los pequeños ya que no tienen noción de tiempo todavía y más de una semana es una eternidad para ellos.

3.     Abrir un espacio para platicar el tema
Los niños normalmente no hablan de temas que les preocupan o que implican algo diferente en sus vidas, lo que suelen hacer es actuarlo. Recomiendo mucho observar a sus hijos y ver como están, si dicen que no quieren entrar a la escuela o que no les gusta, si evaden el tema, si de plano no obedecen o se comportan de forma muy diferente, estos son señaladores de que algo no esta bien. Es importante sentarse a platicar tranquilamente y como padres tratar de entender que no lo hacen por berrinche o por llevarnos la contraría, literalmente es miedo al cambio y es la manera en que ellos lo comunican.
Una forma para empezar un tema de conversación con mis hijos es leer un libro al respecto de lo que les molesta. En este caso podría ser sobre ir a la escuela, empezar la escuela o regresar a la escuela después de las vacaciones. Si en la familia no se acostumbra leer, una película o hacer un dibujo son formas también muy buenas para empezar a hablar del tema. Hay que tomar en cuenta que es lo que nos están diciendo los niños, cuales son sus inquietudes. Si ellos se resisten a hablar, pero su conducta sí nos indica que algo no esta bien, jugar con ellos y reafirmarles que cuenta con nosotros son formas muy adecuadas para que se sientan seguros en el cambio.

4.     Para los niños que cambian de escuela o empiezan la escuela
Es importante como padres entender que el cambio que se viene es parte de su proceso de desarrollo, si nosotros lo vivimos con angustia es muy probable que ellos también. Tenemos que transmitirles seguridad y sobretodo mostrarles que este cambio es bueno y que les va a gustar mucho.
Como padres esperamos que de la noche a la mañana los niños se sientan adaptados al cambio, que no les cueste trabajo y que lleguen con muchos amigos nuevos. Sabemos por un lado que viene por nuestra propia historia, es necesidad de que las cosas se den sin problemas y no queremos que “sufran”. Sería mentir decir que no van a sufrir en la vida, pero los cambios como estos, solo hacen que ellos aprendan a adaptarse, a separarse de los padres y a sentirse como una persona independiente.
Una opción es hacer una visita una semana antes de que inicien las clases, para que el niño explore el edificio y las instalaciones a sus anchas, si ya sabe quienes van a ser sus profesores, que platique con ellos de forma más casual, y de no saber quienes van a ser, puede platicar con cualquier otra persona dentro del personal del colegio.

5.     Para los niños que cambian de año escolar
Existen cambios que mucha gente no le pone la atención que requiere, como el caso de pasar a otro año escolar, una nueva maestra o  compañeros diferentes, creemos que por que van a ir a la misma escuela, con el mismo uniforme todo va a ser igual, sin embargo estos pequeños cambios a veces pueden traer consecuencias en los niños que ni cuenta nos damos.  Aquí es importante hablarlo, que el niño recuerde como eran las cosas en su rutina anterior, y explicarle cuáles son los cambios, que ellos opinen al igual que el adulto, y que exprese que es lo que siente (al igual si no puede hacerlo de forma verbal, utilizar otros medios menos directos). Utilizar aquí lo que podría ser un poco de fantasía dirigida donde el niño visualice como va a ser su primer día de clases y esto le va a dar mucha seguridad y tranquilidad al saber que esperar y más o menos como va ir su día.

Lo más importante es ser constantes con las rutinas, y no intentar todo de la noche a la mañana, estas se van construyendo, y por lo mismo al intentar ponerlas de golpe lo único que logramos es que nuestros niños se sientan invadidos y controlados y les llegue a generar en muchos casos angustia. Si por el otro lado lo hacemos de forma gradual, para el momento en que ellos se den cuenta ya estarán muy metidos y encaminados. Como dije en un principio, es fácil, pero la clave es hacerlo juntos, de forma abierta y platicando de cómo las cosas volverán a su rutina.

La noche anterior al inicio de clases a pesar de todo lo que uno se pueda preparar, puede llegar a ser caótica, por lo que recomiendo paciencia, acompañar a nuestros hijos, y sobretodo estar muy receptivos a cualquier cosas que se nos comunique. Y como siempre el ingrediente esencial es el amor de los padres.


1 comentario:

  1. Bravo! Excelentes tips, y aunque debo confesar que aunque aún no he sido capaz de establecer de lleno la rutina del sueño, ahí la llevamos. Para mi hijo fue muy buena experiencia conocer la escuela y a su maestra, así como a algunos de sus compañeritos, antes del "Gran Día" (que fue ayer). Esto lo ayudó a sentirse casi como "en casa" cuando llegamos... y hoy que lo dejé por la mañana me dice: "Thanks mom, I need you to go now..." ("Gracias mamá, necesito que ya te vayas...") jajaja... Así o más feliz?

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